Crítica de la película «Sully»: Clint Eastwood dirigiendo a Tom Hanks

Clint Eastwood regresa un año más con una apuesta fuerte de cara a los próximos Oscar.

Un homenaje a un héroe civil como es el Capitán Chesley B. “Sully” Sulenberger III, que el 15 de Enero de 2009 salvó la vida de los 155 pasajeros del vuelo 1549 de American Airlines.

Unos pájaros destrozaron los dos motores del avión, causando una grave avería. Sully se hizo con los mandos y en apenas 208 segundos tuvo que tomar una decisión brutal: aterrizar en el río Hudson, pues no había tiempo para poder volver al aeropuerto LaGuardia ni para llegar a Nueva Jersey, los más cercanos. Una decisión a vida o muerte que no se puede medir con variables estadísticas ni de ningún tipo, que en “Sully” nos recuerda lo importante que es el factor humano en estos tiempos de obsesión enfermiza por la tecnología.

El espectador vivirá el relato desde dos perspectivas: por un lado, empatizará con el personaje de Sully y con su copiloto Jeff Skiles (interpretado de forma genial por Aaron Eckhart). Estará en la cabina, inmerso en la tensión que provoca un hecho para el que no te preparan en ningún entrenamiento. Y por otro, será un pasajero más, y vivirá el pánico más absoluto cuando se avise de que hay que estar preparados para el impacto. 

Tom Hanks realiza una interpretación sensacional, digna de competir por varios premios este año. Nos muestra las diversas caras de Sully: al piloto militar experimentado amante del vuelo; al esposo y padre de familia que no deja de preocuparse por cómo sus seres queridos están viviendo la situación; y por otro al Sully algo introvertido, demasiado serio y que puede parecer frío pero que en el fondo sufre un fuerte estrés postraumático. A todo esto hay que añadirle el hecho de que la compañía de seguros y la compañía aérea pretenden echarles la culpa a los dos pilotos del destrozo del avión.

La película se centra especialmente en la comparecencia ante el comité de Seguridad Aérea y a través de flashbacks revivimos el acontecimiento que, pese a que pudo haber acabado en tragedia, resulto un auténtico milagro.

El guión es una libre adaptación de las memorias escritas por el propio Sully que se publicaron hace años con el título “A Higest Duty”, las cuales, he podido disfrutar previamente al visionado de la cinta y suponen una muy buena lectura para todos los que quieran profundizar un poco más en la vida de este auténtico héroe.

No es de las “grandes obras” de Clint Eastwood pero sí que tiene un mensaje a mi entender necesario, referido al elemento humano que se pretende desterrar de cara al futuro en determinados trabajos, porque las máquinas no son inteligentes, no están programadas para pensar. Se introducen unas variables concretas en sus sistemas y eso hacen pero ¿Pueden tomar decisiones? A día de hoy no.

Sully nos recuerda los valores del esfuerzo, la auto exigencia. Nos refleja lo importante que es la preparación y la experiencia. En definitiva, “Sully” es una película preciosa a todos los niveles.