«300: El origen de un Imperio» y el éxito de un gran secuela [Crítica]

Crítica de "300: El Origen de un Imperio"

Me hace gracia, al repasar las críticas que ha obtenido esta secuela de 300, como muchos medios la descalifican tildándola de oportunista, continuísta, excesivamente violenta, sin historia o sin caracterización de personajes. Y yo les pregunto: de verdad, ¿sabéis en qué película os habéis metido? No, es decir, totalmente en serio, ¿somos plenamente conscientes de qué estamos viendo? Y aún es más gracioso cuando estas mismas críticas, para echar por tierra la cinta que nos ocupa, ensalzan las virtudes de la primera parte. Una primera parte que si bien fue un taquillazo importante, fue masacrada por la crítica por “videoclipera”, “machirula” , efectista y “pajillera”.

Y mire usted por donde, en esto último tenían razón. «300″ (Zack Snyder, 2006) es una película orgiástica, machista, hiperbólica y masturbatoria que nace con ese mismo propósito y no pierde el norte en ningún momento (lo que la hace infinitamente más honesta y coherente que AMERICAN HUSTLE o MONUMENTS MEN, por citar las dos últimas críticas que hice para ésta, su web amiga). Y lo cual la hace una adaptación de la ostia del tebeo homónimo obra de ese fascista entrañable que es Frank Miller, un tipo para el que el término «sutil» implica vestir a Samuel L. Jackson en la misma película, y sin solución de continuidad, de ninja con el rimmel corrido, general nazi y travesti acabada. Y tan pancho. ‘The Spirit’ es una película increíble. En todos los sentidos. En los malos, quiero decir. Es tan mala, que de hecho es genial. Pero paro que me desbarro.
Samuel L. Jackson a las ordenes de Frank Miller
Una muestra de lo que comento sobre «The Spirit» y Samul L. Jackson… «casi ná»
«300» era una celebración de la testosterona, de poner los huevos encima de la mesa y de la chulería como modo de vida. No he visto mayor error en mi vida que verla en la Fnac dentro de la sección de cine histórico. El que la clasificó allí se cubrió de gloria, porque ni es fiel a la los hechos ni pártame un rayo si en algún instante se lo plantea. Porque igual estamos pensando que tenemos delante Ben Hur, Quo Vadis, Gladiator o, válgame le cielo, Troya. Pero tú aquí has venido a venir tíos barbudos musculados con poca ropa, para gloria conjunta de heterosexuales convencidos y homosexuales desatados. Un evento para el machote de cerveza, eructo, pibón de tetas gordas en mi regazo y partido de futbol, e imposiblemente y a la vez, un MUST HAVE gay indiscutible.
Su continuación se ha hecho esperar 8 años, y si has venido para contemplar un espectáculo comedido o una cinta con aspiraciones artísticas de Oscar, te has equivocado de lugar.
Si vamos a hablar de secuelas, tenemos varios grupos. Por un lado, están las que funcionan bajo el «más y más grande», que son meros calcos de las historias originales pero pasadas por una lupa de ampliación. Tenemos las que continúan explorando los mundos y términos planteados en las primeras partes, las que investigan y expanden los temas, alejadas de la sombra que pudiera proyectar su predecesora. Por el momento tenemos dos planteamientos, uno súper conservador (que suele saldarse con malos resultados artísticos) y uno muy arriesgado (que tiende a ser más creativo aunque implique que falle igualmente). Pero luego hay una pequeña aldea gala que resiste la conquista del imperio romano, y esa es la de las secuelas que se quedan a la mitad de los grupos: te ofrecen más mientras exploran un poco más la obra original, y ahí es donde se sitúa 300: EL ORIGEN DE UN IMPERIO, una película que cambia peleas de ejércitos en un desfiladero por batallas mastodónticas de barcos llenos de ejércitos en medio de mares tormentosos.

Tipos duros y batallas navales ¿se os ocurre algo mús sutil?
Y eso no es una solución barata ni fácil a nivel creativo, por lo que olé sus cojones.
La cinta del director israelí Noam Munro, que con ésta firma su segunda película tras una pequeña comedia independiente que no vio ni su madre por compromiso ( #faltadecarisma ), sitúa los hechos simultáneamente a los narrados en la cinta de Snyder, co-productor y co-guionista de ésta, realizando una labor de mimesis entre las dos. Las referencias a la película de 2006 son constantes, bien sea por menciones a Leónidas y sus 300 espartanos, o bien por personajes que directamente salen de un momento concreto de la película de Snyder para entrar en el mismo momento de la historia de Munro, o incluso por pequeños flashes de la película original. Y estas referencias no son usadas para subrayar un mensaje o cansar con una idea (siempre teniendo en cuenta que he visto películas porno menos subrayadas), sino para que el espectador tenga claro en qué momento de la película de Snyder está sucediendo lo que pasa en la pantalla. Hay una voluntad patente de coser ambas películas juntas, y se nota el esfuerzo, entre borbotones de sangre y pezones retocados con photoshop, de situar claramente qué está sucediendo a la vez de qué.

Sullivan Stapleton es Temistocles en "300: El origen de un Imperio"
Sullivan Stapleton es Temistocles
El afán que guía esta segunda parte de «300» es descaradamente continuista, pero con una voluntad de expansión que me sorprendió, sinceramente. Si no te dicen que la dirige otro pavo, tú te podrías creer perfectamente que salen de la misma cabeza (no especificaré si la de arriba o la de abajo). El mismo uso de ralentizaciones, los ángulos forzados, la épica chutada de esteroides y el «más a más» en la narrativa de la cinta, son absolutamente deudores del planteamiento de Snyder, y a Munro se le nota de acuerdo y suelto en esos términos. Un director que entiende las necesidades de la película y tira de oficio para cumplir. Eso es digno de aplauso.
Muchas críticas también han calificado al protagonista como falto de carisma, y no son pocos lo que echan de menos a Gerard Butler. Aquí, por el contrario, vamos a hacer una reivindicación del australiano Sullivan Stapleton como el guerrero ateniense, que no espartano, Temistocles, un héroe regio, serio y noble muy diferente del Leónidas de Butler, más humano y cercano, aunque por todas estas características, un personaje, de base, con menos aristas. Pero quién narices quiere aristas con esos brazos y esa barba perfecta. A la porra. Si quiero un personaje tridimensional me voy a ver a DiCaprio en ‘El lobo de Wall Street‘. Temistocles es la leche pero no quiere la guerra, se ve arrastrado a ello. No necesito más.

Eva Green es Artemisia en "300: El origen de un Imperio"
Eva Green es Artemisi
La potencia dramática la aporta en complemento una magnífica Eva Green como la ultra villana de la función, igual de pasada de rosca que el resto de personajes importantes de la función (porque hay mucho griego y espartano de fondo que sólo sirven para recordarte lo ultra mega buenorros que están y la barriga que tú tienes) y que desata cada recurso interpretativo de malo malísimo y lo retuerce para componer a Artemisia, un personaje a la par carismático y devastador.
En el apartado técnico, la película funciona como un tiro. Es ultra entretenida, con un ritmo endiablado, un uso del 3D fantástico que aprovecha y potencia la épica de los planos de multitudes y batallas marinas (insisto, vaya huevos hay que tener para hacer una peli de peleas de barcos de este calibre) exactamente como debería hacerlo y con una banda sonora de Junkie XL bastante más compacta y temáticamente potente que la de Tyler Bates (una música genérica, sosa y #faltadecarisma que sólo se recuerda por un tema, ‘returns of a king‘, que para más inri es un plagio nota a nota del tema ‘victorius titus‘ de la banda sonora para Titus de Elliot Goldenthal).



Vas al cine a ver un espectáculo, y por Zeus te aseguro que «300: EL ORIGEN DE UN IMPERIO» te lo da, sin escatimar recursos de, literalmente, ningún tipo, sin un ápice de vergüenza ni pedir perdón por ello. Te da espectáculo sin mesura, músculos imposibles, barbas perfectas, litros de sudor y sangre, miembros cercenados, tetas como carretas, travestis de oro y frases lapidarias.
Sinceramente, es todo por lo que amo al séptimo arte.



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7 comentarios

  1. ¡cojonudisima reseña,javier garron¡.

    has provocado dos cosas.una,que me decida a ver una pelicula por la que no apostaba una mierda.ahora si que me apetece verla,mira tu.

    y,dos,que siga tu trabajo.un tipo que se expresa asi en una reseña de cine,tiene que ser forzosamente un tipo que hace cosas interesantes.

    asi que,me pongo a ello,en cuanto termine de soltar la "cagadita".

    hala,ya esta.

    a ver,esto de "la mierda noseque,que tal…

  2. 300 era una gran película. todos aman a esta película. ahora vamos a ver lo que sucede en la parte nueva de esta película ….

  3. Con esto lo dijiste todo "y esa es la de las secuelas que se quedan a la mitad de los grupos: te ofrecen más mientras exploran un poco más la obra original, y ahí es donde se sitúa 300: EL ORIGEN DE UN IMPERIO, una película que cambia peleas de ejércitos en un desfiladero por batallas mastodónticas de barcos llenos de ejércitos en medio de mares tormentosos"

    Que mejor que una película que es el punto medio 😀

    Genialisima la movie, la volvere a ver pronto.

  4. Ki___WI: no se Javier, pero yo sali encantado con Eva Green… y bueno, cachondo nose, pero sus pechos dieron para hablar un rato…

    Frankbanner71: La mierda ocurre son unas tiras muy divertidas, y Javi tambien lo es.

    La pelicula ofrece lo que dice Javier, y lo que adelantaba el trailer, y bueno, es un placer contar con Javi en el equipo.

    Un abrazo

  5. Mangazon: una vez vista, da mas de lo mismo que la primera, pero con personajes y escenarios diferentes… aunque tambien añadiria que la vestimenta de los Persas es mas fiel a la realidad en esta entrega.

    Warrior: yo tambien la disfrute y Javi tiene toda la razon… es un producto que funciona genial… pero siempre habra el que la ponga a parir.

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