La Corte de los Espejos, de Concepción Perea [Reseña]

Reseña de "La Corte de los Espejos" de Concepción Perea
¿Qué imagen os viene a la mente cuando pensáis en las hadas? Probablemente pequeñas, brillantes y hermosas criaturas aladas que esparcen su magia por el mundo… algo así como la Campanilla de Peter Pan. Pero esperad… ¿no os estáis olvidando de algo? ¿no fue la adorable Campanilla, voluble, egoísta y caprichosa, quien traicionó a sus amigos llevada por los celos?
Quedáos con ese concepto. Porque esa es la verdadera idea que los humanos han tenido de las hadas a lo largo de la historia. Las criaturas faéricas incluyen seres tan dispares como las hadas que conceden deseos, los fuegos fatuos que guían a los caminantes a la muerte, los bellos elfos y los horrendos gorrorrojos, de quienes se decía que se tocaban de ese color a causa de la sangre derramada.
Concepción Perea ha retomado esas tradiciones y ha construido con ellas TerraLinde y su capital, la Corte de los Espejos, donde las hadas se comportan como siempre han sido: como seres ajenos a la moral y las convenciones humanas y que, de hecho, ni siquiera creen que nuestro mundo exista.
En la Corte se preserva un frágil entendimiento entre la Hueste Estival y la Invernal, alcanzada tras una guerra que ha sido especialmente dolorosa para muchos, entre ellos la knocker Nicasia, el sátiro Marsias y la phoka Manx. Los lazos que los unieron son complejos, pero cuando ocurre una tragedia que les implica, nada puede impedir a Nicasia tomar cartas en el asunto aunque para ello tenga que aliarse con otro phoka, el alocado Dujal, que no le ha dado más que quebraderos de cabeza, y volver a un lugar del que sólo tiene malos recuerdos.

Los personajes son quizá lo mejor de «La Corte de los Espejos«. Están perfectamente definidos, con sus motivaciones complejas y sus comportamientos siempre consecuentes con ellas. Las relaciones que tienen entre sí también están tan bien hiladas que uno se sorprende tomando partido, cogiéndoles cariño, odiándoles, despreciándoles, exasperándose y enterneciéndose con y por ellos.
Y no es que la novela no tenga otro montón de cosas buenas: La historia en sí es, aparte de enganchante, coherente y bien hilada, y sus cabos sueltos no afectan a la trama principal, sino que son consecuencia de la riqueza del mundo y el complicado pasado de los personajes (que, recordemos, son hadas, y tienen vidas muy largas), dejándonos con ganas de saber más de muchas de esas cosas y gentes que se nombran de pasada. Y el lenguaje, que se mueve entre lo metafórico y lo crudo con una soltura absoluta y un tono adecuado a cada circunstancia, hace que leerla, aún las partes más duras, sea un auténtico placer. Y hablando de las partes duras, que nadie espere un mundo idealmente hermoso: en TerraLinde hay sexo, oscuridad, sangre, esclavitud, sufrimiento y crueldad, y no son privativos de los “malos”.

"La Corte de los Espejos", de Concepción Perea
La autora junto a Nicasia

Concepción Perea ha construido un mundo y unos seres que lo habitan que están realmente vivos y avivan la imaginación de sus lectores. Un tema y un tratamiento atípicos en la literatura fantástica que encantará a los que recuerdan qué y cómo son realmente las hadas, y se lo mostrará a los demás.

Portada del libro "La Corte de los Espejos" de Concepción PereaLo mejor: Es difícil elegir, pero me quedo con esa magnífica construcción de personajes.
Lo peor: La intriga por todas las cosas que nos quedan por saber de TerraLinde y sus habitantes, en el pasado y en el futuro.

Ficha Técnica

Titulo: La Corte de los Espejos
Autor: Concepción Perea
ISBN: 9788415831013
672 Páginas
PVP: 19,90€
Fantascy – Random House Mondadori

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