Hay envidias chungas y envidias sanas. La mía, creo que es de las sanas, pero no se cuánto tardará en volverse del nivel de Scar, el malvado tio de Simba.
¿La razón? Que más de la mitad de mis amigos y familiares han disfrutado ya del musical de El Rey León, la adaptación de mi película Disney favorita. Cierto es que todo es planteárselo y ahorrar un poco para borrar este propósito de mi lista, pero viendo el homenaje que se han marcado con la espectadora numero 3 millones de este musical que arrasa en la Gran Vía Madrileña ¡y que encima es de Sevilla como yo!, la situación se ha vuelto insostenible.
Total, que no me queda otra que convencer a mi mujer para que empecemos a ahorrar ya para poder ir a ver este espectáculo. Con un poco de suerte, quizás nos convirtamos en los espectadores número cuatro millones y disfrutemos de la actuación exclusiva que consiguió por sorpresa esta paisana mía y que os dejo por aquí para que todos podamos tener la misma ilusión en el momento que decidamos ver este aclamado musical.
