El Último Niño Humano, de David Gallaher y Steve Ellis [Reseña]

No hace mucho que os hable sobre la llegada al mercado español de la editorial Hirukoa. Este es un pequeño sello destinado a publicar historias más o menos independientes y la primera de ellas que ha llegado a mis manos es “El Ultimo niño humano: Atrapado en el planeta Patchwork”.

Escrita por David Gallaher (ganador del premio Harvey por High Moon), “El Ultimo niño humano” (The Only Living boy) nos cuenta la historia de Erik Farrell, un niño de doce años que, por motivos que desconocemos (él dice que le persigue la oscuridad, pero bien podría tratarse de un caso de maltrato) se escapa de su casa.

Tras refugiarse en un rincón del parque con la única compañía de una mochila con forma de oso de peluche, acabará llegando a un lugar mágico que está compuesto por diferentes retazos de mundos destruidos por una entidad con forma de dragón.

Perdido en un mundo desconocido y repleto de amenazas y peligros, tendrá que aprender a sobrevivir, crear alianzas y saber quiénes pueden ser sus amigos o enemigos.

En la primera entrega de este cómic titulado “El ultimo niño humano” solo se entrevé que estamos ante un título destinado al público juvenil y que como tal, está repleto de aventuras y personajes no demasiados complejos.

Steve Ellis (co-autor de Gallaher en High Moon) se encarga del dibujo de esta historia, ofreciéndonos personajes muy variopintos, tanto en el bando de los buenos, como en el de los malos.

“El ultimo niño humano” se publicó originalmente como webcomic, y pese a que no estamos ante ninguna joya del noveno arte, hay que admitir que la historia se lee de un tirón, y debido a las incógnitas que genera la historia (¿qué ha pasado con los humanos?), consigue dejarnos con ganas de saber más.

Eso, unido a una estupenda edición en tapa dura con 80 paginas a 13,95€ lo convierte en un título a tener muy en cuenta, siendo sin duda un cómic perfecto para iniciar a los más pequeños en el mundo de la lectura, apoyando, además, a autores que, pese a estar en el candelero, deciden arriesgarse y publicar historias en la red asumiendo un riesgo importante para su trabajo y su tiempo.