Eerie, la edad dorada del terror

Las lecturas de la niñez pueden marcar toda una vida y mi caso no iba a ser una excepción. Ya desde muy joven empecé a interesarme por aquellas revistas de terror polvorientas que mi primo, algunos años mayor que yo, guardaba en su cuarto. Recuerdo con nostalgia como cada semana me leía decenas de aquellos cómics, la gran mayoría en blanco y negro, fascinado por las horripilantes y macabras historias que relataban sus páginas.

Una de aquellos cómics de horror era la edición española de la revista americana Eerie, de la Warren Publishing, una editorial especializada en lanzar al mercado todo tipo de colecciones de las más variadas temáticas: terror, suspense, ciencia ficción, hazañas bélicas, etc.
Ahora, tras tantos años, se ha vuelto a editar la mítica revista Eerie en formato tomo, recopilando en cada uno cinco de las revistas originales en orden cronológico. El único pero que se le puede poner a la excelente edición es su precio. La calidad del papel, satinado y de alto gramaje, hace que sea una edición cara para un coleccionista de cómics clásicos tan depauperado como yo. Quizás una edición en tapa blanda y un papel menos costoso habrían abaratado el producto, logrando a la vez acercarse más al aspecto de la edición original de los años 60´s.

La revista Eerie fue fundada por James Warren al abrigo del éxito de su publicación hermana: la revista Creepy. Creepy, que también está siendo recopilada por editorial Planeta en unos estupendos tomos, era una publicación dedicada al horror prácticamente indistinguible de su gemela, Eerie.
El equipo creativo de ambas publicaciones no podía ser más espectacular: Archie Goodwin como editor y guionista de muchas de las historias; Gaspar Saladino, habitual rotulista de la Marvel y la DC; y los artistas Gene Colan (La Tumba de Drácula), Steve Ditko (Spider-Man), Frank Frazetta, Joe Orlando (Watchmen), Alex Toth (Green Lantern) y Al Williamson (Classic Star Wars), entre muchos otros.
Las seis o siete historias de cada revista adolecían de la candidez propia de los tiempos en los que se publicaba Eerie. Aún así, muchas de ellas sorprenden gratamente hoy en día por su tono políticamente incorrecto y socarrón. No olvidemos que las publicaciones de la Warren, por su formato revista, no estaban sujetas al estricto Comics Code Authority que atenazaba los cómics de otras editoriales como la Marvel o la DC.
La marca de la casa era el primo Eerie, una especie de mayordomo terrorífico y deforme que nos presentaba, entre comentarios de lo más jocosos, la historia que íbamos a leer. La fórmula del presentador era calcada de la revista hermana, con un tío Creepy prologando y finalizando con sus venenosos comentarios cada una de las historias.
No sería hasta 1974, en el número 54 donde se incorpora el color. De todas formas, el blanco y negro se adapta perfectamente al tono oscuro y macabro de las historias que James Warren publicaba en sus revistas.
Revistas de la Warren Publishing como 1984, Eerie, Creepy, Vampirella o Famous Monsters of Filmland influyeron en toda una generación de artistas, guionistas y cineastas que vertieron a su vez las historias que leyeron en su juventud en las películas, cómics y libros con los que tanto disfrutamos actualmente.
¿Por qué ya no se editan actualmente revistas como estas? Quizás porque han pasado de moda, porque la ola de corrección política las ha barrido de los quioscos o porque la imaginación que desprendían sus páginas se ha perdido para siempre.
Pero lo más valioso de estos cómics son los recuerdos. Recuerdos de tardes de domingo entre las hojas amarillentas de un Creepy o un Eerie. Recuerdos de unas viejas historias que todavía hoy nos siguen estremeciendo. Recuerdos de unas lecturas que me han hecho ser como soy hoy.
Ficha Técnica:
Eerie #1
Planeta DeAgostini Cómics
Cómic 20×28, tapa dura, 256 páginas – b/n
Idioma: Español
P. V. P. : 30€
Guión y dibujo: Varios
Correspondencia Original: Eerie 01, 2, 3, 4, 5

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3 comentarios

  1. De Creepy tengo algunos núemeros por aquí guardados, creo que son más antiguos que yo misma jajaja.

  2. Mis padres tenian un kiosko de chucherias cuando yo era pequeño y recuerdo que entre algo de prensa y revistas vendian revistas con comics de terror.

    Recuerdo que estaban llenos de vampiros, zombies y hermosas mujeres que a veces hacian el papel victimas y otras veces de verdugo.

    En el salon del comic de Granada me hice con un tomo con cuentos de vampiros, y era cien por cien Eerie

  3. Parece increíble lo que unas lecturas pueden marcarte a cierta edad. Siempre me fascinaron aquellas historias que, en pocas páginas, contaban tanto y tan bien. Es un arte que parece haberse perdido y ahora tenemos que esperar incluso años para ver concluidas los argumentos de algunos cómics.

    Gracias por los comentarios.

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